🍍︎ ¿Qué decir de la propia obra? Sencillo: nada es mío y todo nada en esas palabras que me han posibilitado un reflejo, una tesitura. Creo que hay un estilo, un encubrimiento para decir que el sortilegio se acompasa con su propio ritmo. Debo mi obediencia de escritura al silencio, a la magistral tersura de sus fracturas y al movimiento de sus indóciles dorsales. Al escribir, sé que me acompaña lo que he amado y nunca pretendí mantenerme invicto en la gramática de la vida. La figura que podría llamarse autor prefiere olvidar esos acercamientos que suponen una escritura originaria e imperecedera: el lenguaje oscila eternamente, recuerda su sigilo de corazón latente. Me describe más una poética de la impermanencia, una inventiva sin tantas rasgaduras que a veces se despliega como ensayo, narrativa o poesía.
La caverna
Clips modernos
Eclosión
Música de elevadores
Fragmosis
Autorretrato
Esquirlas
La dilación de Andrómeda
Electrones
Las esferas
Piezas de halógeno