Piezas de hal[ó]geno

Eduardo Yael ♌︎

Filamento de tungsteno

Hace tiempo que no escribo, es mi reflejo, me da temor. Un instante, no. Uno se esfuerza en asentir el lenguaje con lo que puede hacerse: no hay nada, hay. Hay pero en algo solitario, un viaje incompleto que nadie supone pues no encuentra palabras en otros. Una extraña caminata sobre un puente sin pedir a los que pasean en carruaje que lo lleven o lo reconozcan como algo lejano que cruza hacia algún sitio. Juro que intenté en cada huella dejar mi mano hacer su impronta, su rebelión por quedarse. Pero no. Sólo está la obsesión, la carencia de abastecer la realidad o disfrazarse con diminutas aspiraciones de lo desconocido. Iba a ganar, lo recuerdo en un sueño lejano. No así, con este raro presente.

⚸ {Lilith}

W. Rowan Hamilton o las ópticas del espectro violeta

no defiendo la oscuridad o las primeras zonas de la nube invadidas por el bramante negro de sus caricias

tampoco los lindes horizontales que el tiempo
en nosotros
hizo de velos

defiendo los minúsculos arcos
vagidos de áspera incertidumbre con filamentos aislados hacia tinturas sin fatiga
proviceros nudos de fantasía donde tu cadera envuelve neones con látex
puentes donde hallamos una certeza de bufar el instinto cerca del agua

también la tibieza y los pasos en falso donde la epifanía aguarda
los lugares embargados de la duda para atinar lo meditado con violencia
espigas que pasaron su caricia por los dedos y cicatrizaron la obsesión
las refracciones del embuste cuando el amor realiza su prestidigitación invencible
o el sánscrito bebido en un cráter de ilusión pictórica por la luz

no acentos del lenguaje lógico
o la piel liviana por no encontrar su ficción etérea

sí los africados pezones que me muestras
y de extremo a extremo conducen mi rabia sobre tu piel

es posible adecuar la vacilación de las afirmaciones.
        

Astato

entrar tembloroso a una nueva identidad
sin reclamar aliento
o afinar los músculos del vientre

creer que esto
del amor se escribe
o esto que se escribe
proviene de un misterio
grande y equívoco

señalar los mares como origen a todo radio de idea
o vecindad con la noche

agrietar la vida a través de lunares femeninos
pequeños encallados de argenta
disociados de espectros
o de filas largas para tomar asiento frente a la levitación

El azul es ígneo
según todo lo no estudiado
para terminar en palpitaciones
hacia la ulterior costilla del órgano
el azul es ígneo

dicen que del mar se abrieron los caminos
donde hace milenios quedaron nuestros surcos empalmados:

voltear las palmas al cielo
entonces
es sacrílego.

Cuaternas de febrero

peregrinamos de lengua tras cada beso
y diversos labios
casi acantilados disueltos en el horizonte
nos quebraron las esquivas luciérnagas
en una estrépito de oscuridad

creímos los frisajes desenvueltos en posición ajena
la fiesta de los lunares hizo su espejo en vapores
y lentamente
tu espejismo nos dejó sueltos

mantener postura si paseas con algo disfrazado de mí:

piel hilada en la oscuridad de tigre y fiereza de verso de cabo
mirada angular como proxeneta marítimo
esquivar tu sombra y la conducta boreal del recuerdo
mear hacia atrás para mearte
olvidar tu tersura y rizos delincuentes

¿extrañarás mis volanteos sin auto?

sigo una ruta de luces sin puntos remachados
con neones bien afincados al anunciar el oficio pélvico

graduar las confesiones

diré que te extraño aunque pases toda hilada
incluso si se lo estoy diciendo a un árbol.

Extrañamente

la duda
que me provocan 
los retrovisores
iendo
a través del Cto. Bi.
adelgazan mis trampas

no hay nadie al revisar 
pero un auto emerge
pontífice 
de todas las violencias

las cámaras captan mi duda

mi único alegato estriba
en la veleidad de la voz
femenina en todos los cardinales

me siento despreocupado con ella

sé que oficiamos el vuelo
y admiramos la estéticas del no movimiento
varados en nuestra isla sobre Cto. Interior.

Tintura

la primera vez creí que no te moverías
supuse lo peor y estuve buscando anillos
imprentas para poner nuestra foto en un vaso
las mejores servilletas con nuestra fecha
y un pequeño discurso para decirte en un lugar de platos anchos y café importado
que no te amo pero me gusta tu vida para hacer piezas de halógeno

nos quedamos altos en la tarde
tu lengua tiene pésima ortografía
mi sexo sólo sabe dibujar negros

esperé los granos después
los estados de cuenta que no puedo pagar
las estaciones con una respuesta

alivio
me dijiste no
que siempre tu mamá no confía en mí
y sólo me quieres porque soy algo peculiar
cuando nos tocamos frente a neones en un lugar que estimó los noventa

ahora mis movimientos son ajenos
todas la noches me emborracho con Chubbie
usamos vasos con nuestra cara
nuestra cara se ve más tibia con ese alcohol
con voluntad firme
misma voluntad de objetos que en una estantería sorprenden cuando ya no están

tomo el filo de la lámpara con los labios
mientras me toco el negro 
pienso en un sitio oscuro para trabar mi oficio
quizá me guste pintar sobre paredes blancas unos versos
decir allí que hubo acción.

(Sensualidad)

Puedo llover los versos más húmedos en esta ruta
escalar
por ejemplo
las extensiones de tiempo se cobran en plástico
mientras 
la habitación claudica su penumbra en jadeos

Ojos en obsesión por su vastedad

me quiero estirar
cerca de tu espíritu

cada fisura
o lugar muerto
las oraciones hechas al fuego
para el fuego
y mi lenguaje de comillas
no son tuyos

lo es
el presagio de lluvia
que creces contigo

los bordados de un río
sin alba que te baña
y te deja expuesta
desnudita
diversa de toda mujercita que ha puesto los ojos frente a ella.

Posiciones del escote

la condición está en mantenerse quieto
esquivar fracciones esparcidas en acecho
llevarse este intento por maquinar lentitud
quedarme varado en la aquiescencia frisada de la sonrisa

pero la prisa ya mueve los labios sin reservar una frase blanda

lapsos de espera
las sillas carecen de crestas y otros decorados
sorbo negro
la iluminación carga una breve penumbra recreada
puntos de inflexión en otros sitios
escenas cumplen lo pasajero

permanecer en espera
porque la espera otorga

mantenerse atento
ceder hacia las manos como una constelación teselada de yemas
seguir tus gestos y aproximar mi tibieza como primera falange

celebrar infértiles lazos con el movimiento

sin tanto lenguaje
celebrar

ninguna voz disponible ya

Marisma

el hogar de un café es el negro
dejando que su sustancia sea golpeada por el agua caliente

me refleja mi taza 

apuro el sorbo 
intentando diluirme con la ansiedad 
hacia su fondo blanco donde no hay ornatos ni eclipses
a veces
pozos morenos
como las bases y mezclas que construyen cosas.

Híades

He dicho mi nombre
tantas veces
sin repetir
mi voz
en él

que
nadie
sabe dónde
la primera caricia
desborda hacia tu cara.

a + bi + cj + dk ≈ Borges enamorado

ir furtivo
con el estrecho labio sobre una palabra
sin figurar bruma en su vibrante
torsión de abanico

aliterar cerca su olor de lluvia
con orientes febreros

creer y crear
un doblez

ningún eclipse pronosticado
al pensar la luna donde las flores urden el color

veo sus ojos
como un número extraído
de un polo negativo

regresan con un nuevo secreto desdoblado.